Etiqueta: productos de limpieza

Mezclas prohibidas

Productos que no debes mezclar la hora de limpiar.

Productos de limpieza que NUNCA debes mezclar

 

Uno de los trabajos que con más frecuencia realizamos como empresa de limpieza son las limpiezas a fondo. Nuestros clientes requieren de este servicio cuando, por ejemplo, hay una mudanza y necesitan dejar preparada una vivienda particular de cara a los nuevos inquilinos; también realizamos este servicio en las comunidades de vecinos, para que el edificio pueda ser mantenido de forma correcta.

En esos casos, aunque empleamos ciertos productos específicos según la necesidad, en general la limpieza la realizamos con productos básicos pero muy eficaces, como son la lejía o el amoniaco.

La utilización de estos productos es también habitual en los hogares, pero debemos de ser conscientes de que hay ciertas combinaciones de sustancias que nunca deben de darse, puesto que son peligrosas para la salud: aunque tengamos la idea de que es mejor mezclar para que nuestro hogar  quede “más limpio” o “más desinfectado”, hay que ser conscientes de que estos productos son eficaces por sí mismos y que su mezcla puede ser tóxica, debido, en la mayoría de los casos, a los vapores producidos al interactuar.

Por supuesto, cada producto tiene sus especificaciones, modos de uso y precauciones, que vienen recogidas en sus respectivos etiquetados (hablamos en una entrada anterior de los símbolos de los productos de limpieza: estas indicaciones no son baladíes, pues nos advierten de los posibles efectos de los productos que manejamos a la hora de limpiar).

Por tanto, aunque la lejía, el amoniaco o el vinagre son productos cotidianos, NO SE DEBEN DE MEZCLAR. En un artículo de La Vanguardia se detallan los efectos adversos de estas mezclas.

 

RECUERDA:

Utiliza los productos de limpieza por separado y atendiendo a las indicaciones de sus etiquetado.

Ante cualquier situación de emergencia, llamar al 112.

El servicio de información telefónica y emergencias toxicológicas  está activo las 24 horas del día en el número 91 562 04 20.

Etiquetado de los productos de limpieza

Una de las herramientas de trabajo que manejamos son, obviamente, los productos de limpieza. Por el volumen de trabajo y por las características del mismo, las empresas de este sector utilizamos productos de gama industrial, que están pensados para que los resultados sean óptimos de cara al cliente y sean eficientes de cara a la empresa.

Estos productos tienen base química, por lo que, para su manipulación y uso se deben de observar ciertas normas de seguridad. Es cierto que, utilizados de forma correcta, el riesgo para la salud que puedan generar estos compuestos es mínimo, pero se deben de conocer para reducirlos a cero. Para ello, disponemos de las fichas técnicas y de las fichas de seguridad de cada uno de los productos que manipulamos, en las que, además, quedan recogidas las dosis recomendadas para que el resultado sea el adecuado.

A pesar de lo técnico que pueda parecer todo esto, los componentes del friegasuelos, de los limpiadores de metal o del ambientador que aplicamos en nuestro día a día como empresa de limpieza, no difieren mucho de los que contienen los que cualquier usuario puede utilizar en su hogar.

Si nos fijamos en los envases de los productos de limpieza todos deben de llevar impresos unos símbolos que indican el riesgo que puedan entrañar (insistimos, siempre que se usen de forma incorrecta), y que no todos los usuarios entienden. Por ello, nos parece muy interesante recoger el resumen que realizó recientemente la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) a este respecto (https://www.ocu.org/):

A parte de conocer y entender lo que indican estos símbolos, la mejor prevención es el sentido común y utilizarlos siempre de forma lógica:

    – Seguir siempre las indicaciones de los fabricantes y que vienen impresas en los envases.

    – Nunca ingerir ni oler directamente productos como el amoniaco o la lejía.

    – No dejarlos nunca al alcance de los niños.

    – No almacenarlos durante mucho tiempo ni bajo temperaturas muy altas: es recomendable comprar envases pequeños (sobre todo de los productos con más peligrosidad) para usarlos de una vez, a tenerlos en casa largos periodos de tiempo.