Mezclas prohibidas
Productos de limpieza que NUNCA debes mezclar
Uno de los trabajos que con más frecuencia realizamos como empresa de limpieza son las limpiezas a fondo. Nuestros clientes requieren de este servicio cuando, por ejemplo, hay una mudanza y necesitan dejar preparada una vivienda particular de cara a los nuevos inquilinos; también realizamos este servicio en las comunidades de vecinos, para que el edificio pueda ser mantenido de forma correcta.
En esos casos, aunque empleamos ciertos productos específicos según la necesidad, en general la limpieza la realizamos con productos básicos pero muy eficaces, como son la lejía o el amoniaco.
La utilización de estos productos es también habitual en los hogares, pero debemos de ser conscientes de que hay ciertas combinaciones de sustancias que nunca deben de darse, puesto que son peligrosas para la salud: aunque tengamos la idea de que es mejor mezclar para que nuestro hogar quede “más limpio” o “más desinfectado”, hay que ser conscientes de que estos productos son eficaces por sí mismos y que su mezcla puede ser tóxica, debido, en la mayoría de los casos, a los vapores producidos al interactuar.
Por supuesto, cada producto tiene sus especificaciones, modos de uso y precauciones, que vienen recogidas en sus respectivos etiquetados (hablamos en una entrada anterior de los símbolos de los productos de limpieza: estas indicaciones no son baladíes, pues nos advierten de los posibles efectos de los productos que manejamos a la hora de limpiar).
Por tanto, aunque la lejía, el amoniaco o el vinagre son productos cotidianos, NO SE DEBEN DE MEZCLAR. En un artículo de La Vanguardia se detallan los efectos adversos de estas mezclas.
RECUERDA:
Utiliza los productos de limpieza por separado y atendiendo a las indicaciones de sus etiquetado.
Ante cualquier situación de emergencia, llamar al 112.
El servicio de información telefónica y emergencias toxicológicas está activo las 24 horas del día en el número 91 562 04 20.